“Si no nos damos la oportunidad de salir de los trabajos que más responden a los roles que se nos han asignado, nunca se normalizará salir de los límites impuestos a las mujeres”
“Si no nos damos la oportunidad de salir de los trabajos que más responden a los roles que se nos han asignado, nunca se normalizará salir de los límites impuestos a las mujeres”
Para Carol Ferreira, los meses de confinamiento supusieron “un punto de inflexión”, explica. Parar forzadamente de su trabajo la llevó a plantearse si quería hacer un cambio. La respuesta fue que sí. Conoció el proyecto Bicibles en medio de este proceso de revisión de sus objetivos profesionales y personales y ahora es una de las participantes. Nos explica la experiencia hasta el momento y las perspectivas en torno a la profesionalización en el sector de la reparación de bicis, un ámbito laboral tradicionalmente masculinitzado en el que las participantes en el proyecto Bicibles hacen camino para hacerse un sitio en él.
¿Qué te llevó a participar en Bicibles? ¿Qué motivaciones y objetivos te mueven?
Durante el confinamiento, como que no estuve trabajando, tuve mucho tiempo. Me encontré haciendo cosas manuales y que me gustaban, estuve pintando mi bici y la de mi pareja. Tenía moto pero ahora estoy más conectada con la bici. Descubrí la formación en mecánica de Surt, dirigida sólo a mujeres, y como proyecto me pareció una oportunidad bonita. En las sesiones colaboramos mucho entre nosotras, nos estamos abriendo mucho y creo que lo estamos viviendo con muchas ganas. Está siendo una experiencia muy enriquecedora.
¿En que estáis trabajando, por ahora, antes de llegar a la formación práctica en mecánica para reparar bicis?
Hemos trabajado competencias y nos hemos planteado qué podemos aportar cada una en este mundo profesional vinculado a la bicicleta. Estamos en un momento de búsqueda de las ideas que nos puedan ayudar a encaminar nuestro proyecto en este sector, tanto por si nos proponemos trabajar para empresas ya existentes cómo si nos aventuramos a tirar adelante un proyecto propio. Ahora empezaremos la parte de emprendimiento. Nos estamos dando cuenta de que hay muchas posibilidades relacionadas con el mundo de la bici.
¿Has identificado cuál de este abanico de posibilidades es tu apuesta?
Con la economía social y solidaria se nos han abierto muchas ventanas. Ahora mismo estoy disfrutando del viaje y viendo que hay muchas posibilidades, antes de acabar de definir. Todavía no lo tengo muy claro. Yo en lo que tengo experiencia es en dirección de equipos y creo que puedo aportar este apoyo.
¿Te imaginas en un proyecto colectivo?
La cooperación me parece muy interesante. Los proyectos son como un reloj y cada pieza es importante para que funcione y el reloj no se pare.
¿El hecho de que la reparación de bicis sea un ámbito masculinizado te ha hecho plantearte si realmente era un lugar para ti también?
Si no nos damos la oportunidad de salir de la zona de confort, de los roles que nos han sido asignados como mujeres y de los trabajos que más responden a ellos, nunca se normalizará salir de estos límites impuestos. Es un camino en el que se tiene que ir rompiendo el hielo. Es importante tener claro que el talento no tiene género. Una compañera nos explicaba el caso de dos chicas que tienen un taller y que cuando entraban algunas personas todavía preguntaban dónde estaba el chico, el mecánico. ¡El mecánico somos nosotras! Somos conscientes de donde nos estamos metiendo todas las participantes de Bicibles y estamos haciendo este paso. Somos muy diversas, en edades, orígenes y experiencias y estamos funcionando muy bien y aprendiendo las unas de las otras en este camino que hemos empezado.
Si te interesa sumarte al itinerario, escríbenos a analucia.olivos@surt.org