Surt participa en un proyecto europeo dirigido a facilitar la recuperación de mujeres víctimas de tráfico con finalidades de explotación sexual
Surt participa en un proyecto europeo dirigido a facilitar la recuperación de mujeres víctimas de tráfico con finalidades de explotación sexual
El proyecto europeo HEAL (enHancingrEcovery and integrAtion through networking, empLoyment training and psychological support for women victims of trafficking) se propone facilitar la recuperación de mujeres víctimas de tráfico con finalidad de explotación sexual, a través del desarrollo de competencias vinculadas al mercado laboral, del apoyo psicológico y de hacer red con actores clave para lograr el objetivo, como son las empresas y los servicios de acompañamiento a las mujeres.
«Se promoverá un proceso de acompañamiento integral a las víctimas, complementado con acciones de concienciación sobre derechos básicos y apoyo en la recuperación, a la vez que con formaciones en competencias que favorezcan la autonomía de las mujeres una vez en la sociedad de acogida», plantean las impulsoras del proyecto en el que Surt participa junto a organizaciones sociales de Italia, Grecia y Rumanía.
La iniciativa, financiada por el fondo para el asilo, las migraciones y la integración de la Unión Europea, apuesta también para sensibilizar a la ciudadanía ante la importancia de promover la recuperación de las víctimas y contrarrestar este delito que impacta fundamentalmente contra niñas y mujeres.
HEAL prevé detectar las necesidades de estas mujeres en Italia, Grecia, Rumanía y el Estado español, así como las necesidades del tejido empresarial ante el reto de asegurar una mejor inserción laboral.
«La base de datos que se desarrollará dentro del Programa de Recuperación e Integración servirá como herramienta para la búsqueda de ocupación y contratación, puesto que permitirá unir las competencias de las mujeres con las demandas de las empresas locales y preparará el terreno para una integración laboral duradera», plantean desde esta iniciativa.
La forma de explotación más común recogida por la Unión Europea es la explotación sexual. El 95% de las víctimas de este delito vulnerador de derechos fundamentales son mujeres y niñas. La condición de irregularidad y el alto aislamiento en el cual se encuentran las afectadas genera a menudo dependencia respecto a las redes de explotación. Bajo el estricto control de sus traficantes y sin conocer sus derechos y los servicios a los cuales pueden recorrer, quedan en situaciones de alta vulnerabilidad.
El Estado español es territorio de origen, tránsito y destino para víctimas de tráfico con finalidad de explotación sexual. La gran mayoría de mujeres provienen de Latinoamérica, China y Nigeria. Un gran porcentaje de las que ejercen la prostitución son víctimas de tráfico para la explotación sexual y están bajo el control de las redes nigerianas, rumanas y españolas.