Surt ha acompañado a una cincuentena de mujeres a obtener el certificado de acogida requerido en la regularización administrativa
Surt ha acompañado a una cincuentena de mujeres a obtener el certificado de acogida requerido en la regularización administrativa
Cerca de cincuenta mujeres han conseguido el certificado de servicio de primera acogida a través de los programas ‘Puentes para la acogida’ y ‘Esenciales para los cuidados’, promovidos por Surt. Este documento es uno de los requisitos exigidos a las personas migradas extracomunitarias en el proceso de regularización administrativa.
Para obtener el certificado, que facilita conseguir el informe de integración favorable que se les pide para acreditar el arraigo, se tiene que cursar un módulo de lengua catalana, uno de conocimientos laborales y uno de conocimiento de la sociedad de acogida y su marco jurídico.
Dentro de la formación, Surt ha incorporado salidas culturales en Barcelona, así como charlas con personas expertas en derechos laborales, como Carmen Juares, miembra de CCOO y activista antirracista y feminista vinculada a la organización Mujeres Migrante se Diversas.
Además del informe de integración favorable, a las personas que buscan regularizar la situación administrativa en el Estado también se los requiere llevar tres años empadronadas en territorio español. Y un tercer requisito, el que a menudo es lo más complicado: conseguir un contrato de trabajo de un año y a jornada completa. “Es realmente difícil salir de la irregularidad con este requerimiento laboral”, lamenta Aina Sau, técnica del área de empoderament económico que ha coordinado ‘Puentes para la acogida’.
Sau remarca que las mujeres participantes se encuentran en situaciones de precariedad mayoritariamente, porque, o bien no tienen trabajo remunerado, o bien trabajan en el mercado informal. “Muchas están o han estado en situaciones de explotación laboral”, detecta, de acuerdo con los relatos compartidos por las mujeres.
Se encuentran en situaciones en qué formarse suele suponer un sobreesforç. “En situación irregular es más complicado todo, puesto que no pueden solicitar algunas ayudas de mínimos como la renta garantizada de ciudadanía, y se suma el hecho que conciliar es una dificultad para seguir los procesos cuando tienen criaturas a cargo, cosa que durante el mes de julio, sin escuela, ha costado más”, explica Sau.
A través de la participación en el programa, que justo ha acabado la segunda edición de este año, varias mujeres han sido derivadas a otros programas de Surt para mantener el apoyo, así como a otros recursos de la ciudad según sus necesidades.
La tercera edición de ‘Puentes para la acogida’ empezará a mitades de septiembre y prevé acompañar a una quincena más de mujeres en proceso de intentar regularizar la situación administrativa.