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Rumania

La legislación rumana prevé castigos por la violencia en familias. El artículo 180 párrafo 1.1 del Código Penal especifica que un acto de violencia por parte de las partes dentro de una familia se castiga con cárcel entre 6 meses y 1 año, aparte de con una multa.

En el párrafo 3 del mismo artículo se precisa que la acción penal se pone en marcha con una demanda por parte de la víctima, o por parte de cualquier persona que tiene conocimiento del maltrato. La reconciliación de las partes atrae la renuncia al proceso penal, incluso cuando se trata de una demanda de oficio.

En función de la gravedad del hecho se establece el castigo que puede llegar hasta los 5 años de detención (cárcel), si se han hecho daños corporales (art.182).
La violencia domestica está aceptada en instancia como motivo de divorcio. En Rumania existe una institución pública (Agencia Nacional de Protección a la Familia) y una multitud de ONGs que trabajan para la protección de la familia i la atención en casos de violencia doméstica (con recursos como casas de acogida).
Hasta el 2002, la legislación rumana no incriminaba la violación conyugal, ni la violencia doméstica de una manera explícita.

Conceptos culturales
Una mujer se considera "sucia" por el hecho de haber traído al mundo una hija/hijo, aunque lo haga dentro de un ámbito sagrado como es la familia. La mujer en cuarentena post-parto se considera "sucia", por esto se tiene que ir a la iglesia, donde el cura le hará rituales de purificación.

Si da a luz a una niña se considera "sucia"por 6 semanas, si da luz a un varón sólo 3 semanas. En el bautizo, el varón puede entrar en el altar, las chicas no.
Ésta es una tradición que respetan mucho las mujeres rumanas que están en España. Se hace independientemente del nivel social, aunque en el ámbito rural es muy estricto.

Se considera al hombre "el cabeza de familia".

En la comunidad gitana, la mujer no puede disponer de sus bienes, el hombre se los administra. Ella no puede firmar contractos sin el permiso del marido. Él tiene el derecho de pegar a la mujer en "límites tolerables" sin que la mujer pueda "levantar la mano".

En algunas comunidades, el hombre puede divorciarse (dejar a la mujer), puede repudiar a la mujer, sin que la mujer pueda hacer lo mismo. Las infidelidades de los hombres son aceptadas, las de una mujer le destruyen la reputación. La violación contra una mujer es considerada una lesión grave de la propiedad de un hombre (del marido o del padre de la mujer), se considera ofendido al hombre y no a la mujer que ha sufrido la agresión.